


Recientemente, ha circulado una información que aún no ha sido confirmada oficialmente, pero que se ha convertido en noticia: la administración de Donald Trump ha decidido revocar la visa a Oscar Arias Sánchez, ex presidente de Costa Rica y laureado con el Premio Nobel de la Paz en 1987. Arias, que se desempeñó como presidente en dos períodos (1986-1990 y 2006-2010), se convierte en el último de una lista de políticos y funcionarios costarricenses que han sido objeto de sanciones por parte del gobierno estadounidense.
La sanción se presenta en un contexto donde la relación entre Costa Rica y Estados Unidos ha experimentado altibajos a lo largo de las décadas, y, aunque Arias ha expresado que la acción no le «revela», también ha dejado claro que le hubiera preferido no estar en esta situación. En una conferencia de prensa convocada específicamente para abordar este asunto, el ex presidente se refirió a la medida, que ha captado la atención de diversos medios de comunicación tanto a nivel nacional como internacional.
Oscar Arias firmando autógrafos ante su familia al recibir el Premio Nobel de la Paz en 1987. (Foto de Michel GinGne/ AFP)
Reagan y el Plan de Paz
Durante su primera administración, Oscar Arias se vio influenciado por el Programa de Paz Centroamericano, un enfoque que buscaba resolver conflictos en la región. En sus discursos, Arias a menudo mencionaba cómo enfrentó la reticencia del entonces presidente Ronald Reagan hacia las propuestas de paz. No escatimó en enfatizar que cualquier solución debía surgir de acuerdos locales y no depender del consentimiento de Washington, que en esa época se involucraba mediante asistencia militar.
En una reciente entrevista con Columbia News, Arias detalló cómo había modificado la cooperación con la agencia USAID de Estados Unidos, un desafío que ahora resuena nuevamente en el debate político tras la reciente reestructuración anunciada por Trump.
Siga más: Estados Unidos revoca la visa del ex presidente de Costa Rica Oscar Arias debido a preocupaciones de integridad.
En la misma entrevista, Arias comparó su experiencia en la Casa Blanca con la de otros líderes actuales, como Volodímir Zelensky, presidente de Ucrania. «Las conversaciones con Reagan nunca fueron simples. Recuerdo el ambiente en la Oficina Oval, lleno de asesores y funcionarios, donde el presidente era a la vez carismático y firme en sus posturas», reveló Arias sobre sus encuentros con Reagan en 1986.
Y llegó el TLC
A lo largo de las discusiones, Arias defendió la importancia de mantener relaciones comerciales con los Estados Unidos. «Era fundamental que no desestimáramos un acuerdo con un socio comercial tan cercano», dijo, haciendo eco de sus preocupaciones sobre el impacto de no aprobar dicho tratado en la economía nacional.
A pesar de su confianza en la viabilidad del acuerdo, reconoció que muchos de sus ministros estaban angustiados ante la posibilidad de perder el referéndum.
Capítulos de Oscar Arias con China
Durante su segundo mandato, Arias también giró su atención hacia las relaciones con China, cambiando la dinámica que antes había mantenido con Taiwán. En 2007, Costa Rica tomó la decisión histórica de establecer relaciones diplomáticas con Beijing, lo que significó un nuevo capítulo en su política exterior. Este giro, aunque bien recibido por algunos, ha suscitado cuestionamientos en medio de la creciente tensión entre China y Estados Unidos en la actualidad.
Recientemente, el ministro de Relaciones Exteriores Marco Rubio ha advertido sobre las implicaciones de dicha relación, refiriéndose a medidas que buscan monitorizar la influencia y acciones de funcionarios costarricenses que colaboran con «actores maliciosos». La lista de sancionados ha crecido y ahora incluye a Oscar Arias.
Oscar Arias ha manifestado en sus plataformas que Costa Rica, como nación soberana, debería tener la libertad para forjar sus propias decisiones en política exterior sin ceder al temor de ser señalado o sancionado por otros países. Este tema sigue siendo controvertido y relevante en la actualidad, considerando el marco geopolítico en constante cambio.
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