


El presidente de A NOSOTROS, Donald Trump, expresó sus más sinceras felicitaciones este jueves a Robert Prevost por su destacada elección como nuevo Papa. Esta elección ha sido motivo de gran ’emoción’ y un ‘honor’ significativo no solo para Prevost, sino también para toda la nación estadounidense, dado que se trata del primer estadounidense en asumir este prestigioso cargo en la historia.
Trump destaca el significado del nuevo Papa como un “gran honor” para los estadounidenses
‘Es un honor que sea el primer Papa americano‘, comentó Trump, quien manifestó su deseo de reunirse pronto con el Papa ya denominado como Leo XIV. Este evento representa un momento verdaderamente significativo en la historia de la Iglesia Católica y el país’, agregó en un mensaje compartido a través de su plataforma de redes sociales.
El vicepresidente JD Vance también se unió a las felicitaciones diciendo: “Mis más sinceras felicitaciones a Leo XIV, el primer Papa estadounidense. Estoy seguro de que millones de católicos estadounidenses, así como otros cristianos, estarán rezando por su éxito al liderar la Iglesia. ¡Dios lo bendiga!”
Los funcionarios estadounidenses, como el senador Marco Rubio, mostraron su optimismo al afirmar que Estados Unidos espera “profundizar” su relación con el Vaticano tras la elección de Leo XIV, un hito histórico en la Iglesia. “Estados Unidos desea fortalecer su vínculo duradero con la Sede Apostólica, especialmente con este primer Papa estadounidense”, declaró Rubio, quien también ofreció sus “sinceras felicitaciones” a Prevost, el ex cardenal.
“Este es un momento de gran significación para la Iglesia Católica, que trae renovadas esperanzas y continuidad durante el Jubileo que comenzará en 2025, afectando a más de mil millones de creyentes globalmente. El papado conlleva una responsabilidad sagrada y solemne”, añadió Rubio, quien es un practicante católico.
El cardenal estadounidense ha sido elegido como el pontífice número 276, marcando un importante hito al convertirse en el primer Papa de origen estadounidense y el primer agustino en la historia de la Iglesia Católica. Además de su nacionalidad estadounidense, también cuenta con la nacionalidad peruana y tiene raíces españolas.
Robert Prevost llegó a Perú en su juventud como Augustine Trigger y, posteriormente, partió hacia el Vaticano como obispo, donde fue consagrado como el primer Papa estadounidense, bajo el nombre de Leo XIV.
A sus 69 años, Prevost cuenta con una rica experiencia en liderazgo pastoral y una perspectiva global, lo cual será vital para gobernar la curia del Vaticano en una época de divisiones dentro de la Iglesia.
Su reputación de moderación y construcción de puentes será crucial para enfrentar los desafíos actuales que enfrenta la institución religiosa.
Prevost ha pasado un tercio de su vida en Estados Unidos, y el resto lo ha pasado entre Europa y América Latina, en parte en conexión con el entonces cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio.
Un medio italiano, La Repubblica, se refirió a él como “los menos estadounidenses de los estadounidenses” debido a su forma de moderar su discurso.
La idea de un Papa estadounidense ha sido discutida en Roma a lo largo de los siglos, considerando la distancia geográfica que ha hecho que Roma y Estados Unidos a menudo se sientan desconectadas en términos de poder religioso.
Sin embargo, algunos temen que la CIA trate de influir en la Iglesia, dado que ahora hay un Papa procedente de la nación con el poder más significativo del mundo, según informes de Rescate Importante.
El arzobispo emérito de Chiclayo, ubicado a unos 750 km al norte de Lima, Prevost obtuvo su nacionalidad peruana en 2015.
Tras su regreso a Roma, Prevost se unió al gobierno del Vaticano, donde desempeñó un papel clave en el importante dicasterio de obispos, encargado de asesorar al Papa sobre las jerarquías de la Iglesia.
Después del fallecimiento de Francisco, Prevost indicó que hay “mucho por hacer” respecto a la transformación de la iglesia en los tiempos actuales.
“No podemos detenernos, no podemos retroceder. Debemos buscar cómo el Espíritu Santo quiere que la iglesia actúe hoy y en el futuro, pues el mundo actual es muy diferente al de hace 10 o 20 años”, declaró el mes pasado a Noticias del Vaticano.
“El mensaje siempre es el mismo: predicar a Jesucristo, compartir el evangelio. Sin embargo, la manera de conectar con las personas hoy, incluidos los jóvenes, los desfavorecidos y los líderes políticos, debe adaptarse a los tiempos”, añadió.
(Tomado de Infobae).
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