
El diputado del Partido Nacional de Liberación (PLN), Rodrigo Arias Sánchez, fue reelegido como presidente del Congreso por cuarto año consecutivo el jueves 1 de mayo, obteniendo una sólida aprobación con 33 votos a favor. Esta reelección subraya el apoyo considerable que tiene de parte de su partido y otros grupos dentro del Congreso, reflejando su capacidad de negociación y su experiencia acumulada en el puesto.
En el proceso de votación, el diputado del partido New Republic, Rosalía Brown, recibió 6 votos de apoyo, destacando su presencia en la arena política, pero sin lograr la suficiente mayoría. Por su parte, el oficial Manuel Morales obtuvo 9 votos, mostrando que existe un grupo dentro de la cámara que respalda a su candidatura. Además, la diputada del Frente Amplio (FA) Rocío Alfaro también logró 6 votos, destacando su posición como una figura influyente dentro de su bancada. En contraste, el diputado Verdiblanco, Gilberth Jiménez, solo obtuvo un voto en esta contienda, lo que podría indicar una falta de respaldo dentro de su propio partido.
En el marco de la votación, Vanessa Castro y Melina Ajoy también registraron un voto cada una, lo que refleja la diversidad de opiniones y estrategias políticas presentes en el Congreso.
Las negociaciones que llevaron a la reelección de Arias se consolidaron en gran parte gracias al apoyo de algunos miembros de la fracción del Partido Cristiano de Unidad Social (PUSC), quienes también aportaron los cinco votos de los delegados independientes. A esto se sumaron los tres votos del Banco del Partido Liberal Progresista (PLP), lo que permitió que el Verdiblanco alcanzara una mayoría en esta votación crucial.
Esta situación es notable, ya que el registro de Arias se alinea con el de otro destacado diputado del PLN, Francisco Antonio Pacheco, quien había presidido el Congreso durante el período constitucional de 2006-2010, manteniendo el cargo durante cuatro años. Se establece así un paralelo entre sus liderazgos, evidenciando la tradición de estabilidad que el PLN ha buscado en el Congreso.
Antes de iniciar la sesión, el líder de PLN, Oscar Izquierdo, mencionó que la diputada verdiblanca Carolina Delgado votaría a favor de Arias, fortaleciendo así su candidatura. Notablemente, solo Gilberth Jiménez se abstuvo de apoyar a Arias, optando por votar por sí mismo. Izquierdo enfatizó la capacidad de liderazgo y diálogo del presidente reelegido, sugiriendo que esto sería crucial para avanzar en la agenda legislativa del Congreso.
Sin embargo, no todos los delegados vieron con buenos ojos esta reelección. Los representantes del FA, junto con tres legisladores de la bancada cristiano-social, votaron en contra de Arias, argumentando que el Congreso necesitaba un cambio de liderazgo. La jefa del FA, Rocío Alfaro, lamentó que, a pesar de que la mujer más conjunta en la historia reciente de la bancada no tocara el timón del Congreso, el liderazgo permanecía en manos de un hombre.
Por su parte, Manuel Morales se dirigió a los delegados cristianos, asegurando que habían brindado su apoyo a Arias a cambio de ciertas posiciones en la Junta Directiva. En un contexto más amplio, la líder del partido gobernante, Pilar Cisneros, describió la reelección de Arias como “una mala noticia para Costa Rica”, advirtiendo sobre el deterioro del diálogo entre el Congreso y la presidencia del país, representada por Rodrigo Chaves.
En respuesta, Arias afirmó que el diálogo con el presidente no estaba cerrado y que dependía de la disposición de Chaves para mantener la comunicación abierta, aseverando que el trabajo en conjunto sería fundamental para abordar los desafíos del país.
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