Álvaro Ramos, el candidato electo por el Partido Nacional de la Libertad, se encuentra en una posición estratégica para formar alianzas significativas con otros partidos políticos en la antesala de las elecciones de 2026. Esta posibilidad de palpable unión política se vuelve crucial, dado el contexto electoral en el que Costa Rica se encuentra inmersa.

Después de recibir un respaldo abrumador durante la conferencia interna de su partido, donde dejó claro su deseo de unidad, Ramos, un economista de 41 años, ha manifestado su interés en abrir las puertas a la colaboración con otras fuerzas políticas que busquen un futuro leal y constructivo. A pesar de que este esfuerzo no se daría dentro de una organización formal, ha instado a que se dé la bienvenida a propuestas que equiparen las necesidades de la ciudadanía, lo que sin duda es un paso hacia la creación de una coalición robusta.

Ramos ha declarado con claridad que «para un problema conceptual, una organización formal ya no es posible.» Este punto enfatiza la urgencia de actuar y adaptarse a las circunstancias actuales para poder implementar un cambio significativo. En este sentido, el candidato ha indicado que algunos cantones han expresado su deseo de ofrecer apoyo, lo que él considera una señal positiva en la construcción de una comunicación eficaz entre los diferentes sectores políticos.

Con más de 56,000 votos a su favor, lo que representa el 81% del apoyo interno, Ramos ha superado a otros contendientes como Gilbert Jiménez, Carolina Delgado y Marvin Taylor en las elecciones internas del partido. Este triunfo establece una base sólida para su campaña, que comienza oficialmente el 1 de febrero del próximo año.

Es crucial resaltar: «Hemos recibido una victoria inusual»: Álvaro Ramos se presenta como candidato PLN

Resolver un problema

Ramos hizo hincapié, durante su discurso de celebración, en que la apertura a alianzas debe ser acompañada de propuestas concretas que aborden los problemas que enfrenta el país. En sus declaraciones, enfatizó: «Estamos muy abiertos a la alianza, en el sentido de la agenda, que si otros partidos, movimientos o industrias creen que tienen una propuesta para la democracia que aborde problemas fundamentales como la salud, la seguridad, la educación, serán bienvenidos.» Esta postura asegura que hay margen para el diálogo entre distintas corrientes políticas que busquen soluciones adecuadas.

En su victoria, el candidato también subrayó la importancia de renovar el PLN y liberarse del liderazgo tóxico que ha prevalecido en el actual régimen. «Este es el primer paso para construir una Costa Rica que resuelva problemas», aseguró, refiriéndose a la necesidad de enfrentar desafíos ambientales y sociales presentes en el país.

Lejos de querer dividir, Ramos ha invitado a los miembros de la oposición a unirse al esfuerzo por un cambio positivo. «Queremos extender nuestra mano a Don Gilbert, a la Sra. Carolina y a Don Marvin, así como a Don Enrique (Castillo), que se retiró de la competencia, para que se unan a nosotros, porque esta categoría debe fusionarse», dijo, subrayando la necesidad de unidad para superar los desafíos que se avecinan.

Ramos afirmó que esta unión es el primer paso para lograr un posicionamiento sólido en las encuestas antes de las elecciones, que no es más que un deseo de colaboración. Como indicó, «Todos nos necesitamos; tenemos que buscar un programa común para construir.» Esta invitación a la colaboración sugiere que la renovación del partido y la política costarricense puede estar al alcance, siempre que se busquen acciones conjuntas y fructíferas.

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