

La empresa costarricense Dosmil50, especializada en el embalaje compostable, ha dado un paso significativo en su compromiso por la sostenibilidad al inaugurar una moderna planta de fabricación ubicada en Lima de Cartago. Este nuevo establecimiento no solo proporciona soluciones de bio-descomposición, sino que también ofrece envases compostables como una alternativa viable para mitigar el uso excesivo de plástico en diversas industrias.
La apertura de esta planta es una respuesta directa a la urgente problemática de la contaminación plástica, que actualmente se traduce en la producción de 430 millones de toneladas métricas de plástico anualmente a nivel global. Las proyecciones estiman que esta cifra podría llegar a triplicarse para el año 2060 si se mantienen las tendencias actuales de producción y consumo.
El plástico, que se deriva principalmente de combustibles fósiles, representa entre el 4% y el 8% de la producción mundial de petróleo. Este porcentaje se anticipa que podría aumentar en un 20% para el año 2050, lo que subraya la necesidad urgente de alternativas más sostenibles. Dosmil50 se dedica a la producción de envases a partir de fuentes renovables y bioplásticos.
Los productos que ofrece la empresa se degradan completamente en compost en un periodo inferior a 180 días y poseen una huella de carbono notablemente menor en comparación con el plástico convencional.
«Hoy demostramos que es posible reemplazar completamente el plástico tradicional y al mismo tiempo llevar estas tecnologías a pequeñas y medianas empresas locales, que históricamente se han enfrentado a obstáculos para obtener acceso a soluciones sostenibles,» expresó José Rafael González, fundador y director de Dosmil50.
Este proyecto es el resultado de una fructífera colaboración estratégica entre el Banco Interamericano de Desarrollo (en su Laboratorio IDB) y el sector privado costarricense, que ha canalizado una inversión superior a $1 millón, demostrando el compromiso conjunto por el desarrollo sostenible.
«Para nosotros, es un orgullo contribuir a este proyecto, que constituye un excelente ejemplo de innovación, sostenibilidad ambiental y desarrollo económico, tres elementos que van de la mano en esta recién inaugurada instalación,» señaló Francisco Javier Ura, representante del BID en Costa Rica.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) también se ha asociado con Dosmil50 en el marco del proyecto de consumo 180, financiado por el Fondo Francés para el Medio Ambiente Mundial (FFEM), cuyo objetivo es reducir, reemplazar y reparar el plástico presente en diversas industrias.
«El mundo está cambiando, y Costa Rica está avanzando como un líder. Esto demuestra que el crecimiento económico y la responsabilidad ambiental pueden y deben coexistir,» afirmó Sandra Sosa, representante del PNUD en Costa Rica.
En el pasado, Dosmil50 se veía obligada a importar sus productos desde Asia o Europa. Con la inauguración de esta nueva planta, la empresa ahora cuenta con la capacidad de fabricación local, lo que reduce los tiempos de entrega de tres meses a solo 30 días. Además, esto permite la producción de productos de mayor calidad, genera un impacto más positivo en los costos y contribuye a disminuir el impacto ambiental. Esta nueva instalación también triplica la capacidad de suministro del negocio.
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