Una tarde educativa llena de aprendizajes significativos se vivió en Patriarch College, donde más de 40 niños participaron en su primer taller de frecuencia cardíaca. Este evento fue presentado por el Departamento de Bomberos de Benemérito, que se comprometió a transmitir conocimientos importantes sobre la salud y la seguridad. La iniciativa fue un gran éxito, ya que logró captar la atención y el interés de los pequeños, quienes estaban ansiosos por aprender.

La actividad fue dirigida por los valientes bomberos de la estación de San Ramón, quienes impartieron una charla interactiva y dinámica. El principal objetivo del taller era enseñar a los niños cómo actuar en situaciones de emergencia, algo que podría ser vital en sus vidas y en la de sus seres queridos. A través de explicaciones claras y ejemplos prácticos, los bomberos lograron que los menores comprendieran la relevancia de estas enseñanzas.

Durante la charla, los niños aprendieron a identificar los signos que indican un paro cardíaco, un episodio grave que puede ocurrir en cualquier momento. Además, se hizo hincapié en la importancia de conocer el número de emergencia (9-1-1), así como cuándo y cómo realizar una llamada en caso de crisis. Los bomberos también subrayaron la gravedad de utilizar este número solamente en situaciones reales y nunca para hacer bromas, ya que esto puede poner en riesgo la vida de otras personas que tengan una verdadera emergencia.

Además de estos conceptos básicos, los niños fueron introducidos a las técnicas fundamentales de reanimación cardiopulmonar (RCP), que fueron adaptadas según su edad y nivel de comprensión. Esto les permitió no solo entender la teoría, sino también experimentar con prácticas seguras que pudieran aplicar en caso de necesidad. Con la guía de los bomberos, los pequeños estaban emocionados por tener la oportunidad de aprender esta habilidad tan esencial, que puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte.

Keilor Angulo, subcaller de la estación, enfatizó la vital importancia de este tipo de iniciativas para la comunidad. “Sí, sabemos que hay muchos niños, pero es un momento en que les enseñamos cómo salvar la vida de una persona”, comentó. Esta educación va más allá de la teoría; se trata de empoderar a las futuras generaciones con herramientas que pueden ser cruciales en casos de emergencia. Por eso, tanto los bomberos como los educadores consideran fundamental que los jóvenes tengan acceso a esta información.

A medida que el día llegaba a su fin, la actividad concluyó con entusiasmo y aplausos. Cada uno de los participantes se fue con una marca de aprendizaje en su corazón y mente. Estos pequeños héroes no solo habían absorbido conocimientos valiosos, sino que también habían dado sus primeros pasos en el camino de la educación en la emergencia, convencidos de que todos pueden hacer la diferencia en momentos críticos.