El Selección Nacional Sub-17 de Costa Rica ya dentro el sabor disputar Copa Mundial de la FIFA 2025Comienza el lunes. 21 jugadores, 21 historias diferentes y un sueño: representar al país en el fútbol juvenil. Los seleccionados provienen de siete provincias, reflejo de la diversidad y el talento que abunda en cada rincón de Costa Rica.
Seis jugadores son de San José, tres de Alajuela, cuatro de Heredia, dos de Cartago, dos de Puntarenas, tres de Liman y uno de Guanacaste. Detrás de cada uno hay una historia de esfuerzo, sacrificio y pasión.
La mayoría de estos jóvenes crecieron jugando Mezengas en los barrios, soñando con ser parte de la selección nacional y vestir la camiseta nacional en un torneo mundial.
Uno de ellos es Adrián Pérez, originario de San Vito de Coto Brus, quien reconoce que su camino no ha sido fácil. “Vengo de un lugar muy lejano, pero nunca lo he visto como una excusa, siempre como una motivación. Quiero demostrarles a los que vivimos allí que nada es imposible. No importa de dónde venimos, podemos llegar a cualquier parte”, expresó.
Hoy, Pérez pronuncia con orgullo el nombre de su pueblo natal y lleva un mensaje a los niños de su comunidad: “Estoy aquí porque nunca tuve un techo sobre mi cabeza. Lucha por tus sueños, no importa lo difícil que sea. Con humildad, perseverancia y la ayuda de Dios, todo es posible”.
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Yerlan Sosa, de San Luis de Puntarenas, también sabe lo que significa provenir de un entorno humilde. “Vengo de un barrio muy humilde. Hay muchos jugadores de calidad que lo logran. Que vean que para nosotros nada es imposible, todo requiere tiempo, trabajo y sacrificio”.
Marcus Brown comparte la misma determinación. Creció en Limón Centro y con el apoyo incondicional de su familia logró llegar a la selección nacional. “La clave es ser persistente, trabajar todos los días. Les digo a los niños que luchen por sus sueños, nada es imposible y se puede lograr”.
Sus historias y las de sus compañeros son diferentes, pero independientemente del club al que pertenezcan todos centran en la misma pasión. El entrenador en jefe Randall Roe insta a los muchachos a no ser etiquetados por su equipo actual.
“A veces la gente los encasilla porque juegan en Alajuela, Saprissa o Heredia, y estos clubes sacan a estos chicos de sus pueblos a competir, para que tengan un mayor desarrollo y la posibilidad de ser profesionales”.
Reconoce que se siente orgulloso de poder compartir y representar a todo el país. La selección Sub-17 viajó a Qatar con la ilusión de los costarricenses y el convencimiento de que el talento y el esfuerzo no conocen fronteras.
El debut de la Tricolor es el próximo lunes 3 de noviembre ante Costa Rica ante Emiratos Árabes Unidos a las 18.30 horas.
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