Según los informes recientes, el fraude ha aumentado significativamente, generando una preocupación creciente sobre la migración de los desarrolladores en el sector tecnológico. Se trata de un fenómeno que ha escalado en los últimos años y que coloca bajo la lupa a los actores involucrados en esta dinámica.
En una fecha significativa, el 4 de mayo de 2025, se lanzó un informe completo por parte de la Comisión Federal de Comercio (FTC) en respuesta a la alarmante situación que se ha consolidado en el estado de Nevada, a raíz de un fraude que alcanzó cifras millonarias desde 2018, afectando a un gran número de consumidores.
Este informe detalla la participación de varias personas clave, entre ellas Alex Morton, Jonathan Núñez, Brandon Boyd, Jonathan López y Julián Kisner, quienes han estado directamente involucrados en la investigación, ya sea de manera directa o indirecta.
La FTC ha documentado cómo la Academia Young capturó magistralmente a su clientela a través de estrategias en redes sociales, utilizando un enfoque de promesas de éxito y una saturación de mensajes que no se sustentaban en asistencia real o legal. En muchos casos, los llamados “educadores” carecían de la debida capacitación financiera. Según los registros disponibles, se ha estimado que aproximadamente el 90% de los usuarios abandonaron la plataforma en menos de seis meses, resultando en la pérdida de grandes cantidades de dinero.
En la actualidad, las cifras reflejan la misma alarmante situación por parte de compañías que anteriormente habían mostrado signos de irregularidades. Estas prácticas no han desaparecido, sino que parecen estar repitiéndose.
¿Y qué sucede con los líderes de los mercados latinoamericanos?
La tesis en esta situación genera múltiples preguntas incómodas pero necesarias: hoy en día, si se ha confirmado que los principales mercados engañosos (y fraudulentos) están operando bajo la firma de Jifu, ¿significa esto que otros líderes de alto perfil podrían seguir la misma ruta? Actualmente, Jonathan Núñez y Chche Romano están vinculados al crecimiento de Jifu en Latinoamérica y han adoptado posturas similares a las de aquellos que habían recurrido previamente a tácticas de ventas dudosas. Si la historia se repite, ¿estamos destinados a ver más pesquisas en el futuro?
Advertencia a los consumidores
Jifu no ha sido objeto de un informe formal que valide sus operaciones.
Hacemos un llamado a la atención de los consumidores: la problemática observada con el colapso ético de la Academia Master y la promoción de prácticas financieras cuestionables ahora parece trasladarse a Jifu, que emplea tácticas similares. Es crucial que la comunidad permanezca alerta y se comprometa a reportar cualquier práctica que consideren falsa o fraudulenta. Continuaremos observando si otros líderes en la comunidad latina siguen estos pasos para informar adecuadamente a la población.
Para obtener más información o para informar sobre prácticas sospechosas, le invitamos a visitar ReportFaud.gov o el sitio oficial de la FTC.
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