

Un descubrimiento de gran relevancia en el ámbito de la arqueología ha sido realizado por un equipo de científicos daneses, quienes han desvelado nuevos aspectos sobre el origen de varios barcos hundidos en el Caribe costarricense. Este hallazgo tiene el potencial de reescribir la narrativa histórica relacionada con el origen de las comunidades afrodescendientes en la región.
Investigadores en arqueología marina han logrado identificar que dos de los naufragios encontrados en aguas costarricenses son, de hecho, los restos de barcos de esclavos daneses que se habían dado por desaparecidos. Durante muchos años, estos naufragios fueron erroneamente atribuídos a la actividad pirata, pero gracias a un exhaustivo análisis científico de la madera utilizada en la construcción de los barcos, así como los ladrillos y las tuberías de arcilla recuperadas, se ha confirmado su origen danés y una datación que corresponde al año 1710. Esta fecha coincide con los registros históricos que mencionan la pérdida de dos barcos de esclavos daneses en ese periodo: el Frididericus Quartus y el Christianus Quintus.
Estos barcos partieron de Copenhague, Dinamarca, con rumbo a África occidental, antes de dirigirse al Caribe. Sin embargo, ocurrieron eventos dramáticos que llevaron a su naufragio, tales como un levantamiento a bordo, errores de navegación y un motín, lo que resultó en que los barcos terminaran en la costa de Cahuita, Costa Rica, el 2 de marzo de 1710. Se estima que en los barcos viajaban aproximadamente 800 personas, y tras los disturbios quedaron alrededor de 650.
Un aspecto esencial de este descubrimiento es que más de 600 africanos quedaron varados en la playa, en lo que hoy es el Parque Nacional Cahuita. Este evento histórico no solo tiene implicaciones arqueológicas, sino que también impacta directamente en la identidad cultural y social de los afrodescendientes en Costa Rica.
Las implicaciones del hallazgo son profundas, ya que esto puede restaurar el legado ancestral de toda una comunidad, dotando de un nuevo significado a su identidad cultural. Según algunas fuentes, el descubrimiento “transforma la narrativa sobre esta región”, al demostrar que los afrocostarricenses estaban presentes en la provincia de Limón “cien años antes de que se les reconociera en la historia oficial”.
Este hallazgo significa que la presencia afrodescendiente en la costa caribeña de Costa Rica es significativamente más extensa de lo que se había reconocido previamente en los registros históricos formales. Para los descendientes directos, como es el caso de la familia de Celia Ortiz, esto representa un descubrimiento de gran profundidad, ya que conocer más sobre su ascendencia fortalece su identidad cultural. Como ella dijo, el legado de estos hombres que una vez abordaron los barcos “trajo nueva luz a nuestras vidas”.
Esta información se basa en la publicación de CNN en español titulada: Descubren una verdadera identidad de los naufragios en Costa Rica que durante mucho tiempo se cree que son barcos piratas.
Comments are closed