La ex ministra de la presidencia, Natalia Díaz Quintana, ha adquirido notoriedad recientemente debido a su implicación en una rifa de un automóvil que, según algunas voces, podría estar vinculada a esfuerzos para recaudar fondos para su campaña electoral. Esta situación ha llevado al economista Gerardo a replantear sus estrategias en sus intentos por reunir los recursos necesarios para su propia campaña. En este contexto, la presidenta del Consejo de Protección Social (JPS), Esmeralda Britton, ha calificado de ilegal esta acción y ha ordenado una investigación exhaustiva sobre el asunto.
En respuesta a las acusaciones, Díaz señaló: “Sí, obtuve la información de que algunas personas investigaron las formas en su propia iniciativa para apoyar esta candidatura. No fue algo organizado por mí o por el equipo central”, expresó a través de su gerente de prensa. Este comentario deja entrever que, aunque el evento se ha visto rodeado de controversias, ella no admite tener una participación directa en su organización.
Britton, por su parte, enfatizó que cualquier sorteo que no sea realizado por el JPS debe contar con la debida autorización de la entidad, resaltando que el sorteo debe tener un propósito social y no ser utilizado para la recolección de fondos con fines políticos. Esta declaración resuena como un llamado a la legalidad y a la ética en el ámbito de la recaudación de fondos, especialmente en tiempos electorales, en los cuales las normativas son estrictas para evitar abusos.
Díaz, al referirse a la señal de la junta, mostró reluctancia a profundizar en el tema, sugiriendo que podría haber repercusiones legales. No obstante, se mostró optimista respecto al futuro, destacando que cada vez más personas se están uniendo a su proyecto político de cara a las elecciones de 2026. Este apoyo se entiende como un reflejo de un cambio social más amplio, donde la política se está alineando con las aspiraciones de la ciudadanía.
“Esto no es un escándalo: se llama esperanza. Y no detienen una investigación o una declaración o las amenazas de aquellos que no entienden lo que está sucediendo en la calle”, comentó, reafirmando su compromiso con su visión política. Además, señaló que su propuesta no se enmarca dentro de un aparato político convencional, sino que representa un movimiento dinámico que se encuentra en expansión.
“A veces molesta a algunos nostálgicos de otras tiempos, especialmente aquellos que se sienten amenazados por el cambio, pero aquí no nos detendremos. Esta campaña no se centrará en conflictos entre políticos, sino que se enfocará en ofrecer soluciones a la gente”, agregó. Con este enfoque, Díaz pretende construir una base sólida de apoyo popular basada en la transparencia, la convicción y la fuerza de miles de costarricenses que ya han tomado una decisión sobre su futuro político.
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