Eálvaro Ramos, candidato presidencial del Partido Nacional de Liberación (PLN), cuestionó los exidados y los líderes históricos del Grupo Antonio Álvarez Desanti y Johnny Araya.

El solicitante separó las críticas publicadas por las cifras de Verdiblancas antes de la imposibilidad de mantener la reunión general del cantón de San Ramón.

Ramos dijo que intentaron al menos 7 oportunidades para llamar a la reunión, pero que nunca se han completado debido a la falta de quórum.

“Soy muy fuerte contra Antonio Álvarez y Johnny Araya porque dijeron que quitarán la campaña y los mantendrán ocupados. Creo que los enemigos de la PLN son aquellos que quieren continuar con los viejos trucos, soy directo y soy diferente”, dijo.

Tampoco dejó otras corrientes históricas de liberación nacional. El candidato ha negado que los ex presidentes de Sudcar Arias y José María Figueres tengan alguna influencia en su proyecto político.

“Ni las Arias ni los Figuer participaron en mi campaña, ni serán parte de mi gobierno”, dijo.

Además, obviamente rechazó cualquier señal del nepotismo asociada con el secretario general del partido, Miguel Guillén, quien fue vinculado por Alajuela a una posible candidatura para el diputado adjunto.

“La boleta ni siquiera aparece. He visto a una persona muy comprometida con el partido. Si los líderes de San Ramón se reunieron con él, estoy seguro de que dejaría su búsqueda”, dijo.