(Campana, Argentina, AFP) Un total de aproximadamente 2.500 personas han sido evacuadas en Argentina debido a devastadoras inundaciones provocadas por intensas lluvias que han azotado la provincia de Buenos Aires durante más de 24 horas. Las autoridades locales han reportado que se anticipa la llegada de una nueva tormenta el sábado por la noche, aumentando la preocupación en la población afectada.
La tormenta ha tenido un impacto significativo en la zona norte de la provincia, y su efecto se ha sentido también en la ciudad de Buenos Aires y su área metropolitana, que alberga a cerca de 15 millones de habitantes. Las calles están inundadas, lo que ha ocasionado la interrupción del acceso a diversas áreas y ha dejado a muchas personas atrapadas.
El último boletín oficial emitido por la provincia de Buenos Aires temprano en la mañana reportaba alrededor de 1.000 personas evacuadas. Sin embargo, fuentes gubernamentales provinciales confirmaron a la AFP que el número real de evacuaciones estaba más cerca de 2.500 esa misma tarde. Esto incluye tanto a quienes fueron evacuados y trasladados a refugios, como a quienes recibieron asistencia personal sin ser trasladados.
“Tal cosa nunca ha sucedido”
Entre las localidades más afectadas se encuentran Campana y Zárate, ambas situadas a unos 80 a 90 kilómetros al norte de la capital argentina. En estas áreas, la lluvia intensa del viernes por la mañana no cesó, lo que obligó a cientos de personas a abandonar sus hogares en búsqueda de seguridad. Emiliano Riberas, director de coordinación de emergencia en Zárate, expresó: “Hemos tenido un total de 425 milímetros de lluvia en las últimas 24 horas; una cantidad extraordinaria que difícilmente había ocurrido anteriormente”. Riberas añadió que “hay zonas donde el agua alcanza hasta el hombro”.
En el municipio de Zárate, más de 200 personas han sido trasladadas a clubes y centros deportivos, aunque el alcalde Marcelo Matzkin mencionó en una entrevista que se anticipaba que el número de evacuados aumentaría considerablemente durante el día. La situación en la cercana ciudad de Campana es igualmente crítica; en barrios como San Cayetano, ubicados en terrenos bajos e inundables, decenas de personas se vieron forzadas a pasar la noche en sus techos, a la espera de ayuda, mientras sus casas se inundaban.
Uno de los evacuados, Manuel Sánchez, compartió su angustia, diciendo: “Hemos perdido todo lo que teníamos; hemos luchado por años por esto. Ahora no tenemos a dónde ir”.
Atrapado en la ruta
Los gobiernos nacional y provincial han puesto en marcha operaciones de emergencia en respuesta a la crisis, enviando brigadas, equipamiento técnico, vehículos de rescate y suministros para los refugiados, que incluyen colchones, mantas, ropa seca, agua y alimentos. Sin embargo, hay áreas que siguen siendo inaccesibles debido a las inundaciones.
El desbordamiento de ríos y corrientes en la región ha dejado al menos siete rutas y carreteras anegadas, interrumpiendo el tráfico. Entre las principales rutas afectadas se encuentra la Ruta Nacional 9, uno de los ejes más importantes del país, que conecta la capital con la frontera boliviana y atraviesa las localidades de Zárate y Campana. En esta ruta, varios camiones y al menos cuatro autobuses quedaron atrapados, con pasajeros, incluidos menores que viajaban hacia sus estudios, que pasaron la noche en sus asientos. La llegada de ayuda se demoró hasta la tarde del día siguiente.
El conductor de uno de los autobuses atrapados, conocido como Daniel, relató la difícil situación: “Estamos bajo una terrible corriente de agua, con 44 pasajeros a bordo”, afirmó desde la medianoche, detenidos sin poder avanzar. “Hay 10 pulgadas de agua dentro del autobús… es como estar en un mar”, se lamentó.
“Quintupled”
Las predicciones del clima indican que la intensa lluvia continuará. Según un boletín meteorológico, se espera que las condiciones se intensifiquen nuevamente durante la noche del sábado y en la mañana del domingo, especialmente en el norte de la provincia de Buenos Aires, como lo afirmó Cindy Fernández, meteoróloga del Servicio Meteorológico Nacional Argentino. “La precipitación normal para mayo generalmente es de 70 a 80 milímetros durante todo el mes”, añadió Fernández. “La cantidad que hemos registrado en este evento es alarmante y el día aún no ha terminado”.
La emergente situación recuerda a las devastadoras inundaciones que ocurrieron el 7 de marzo en Bahía Blanca, a unos 600 km al sur de Buenos Aires, donde perdieron la vida 18 personas y los daños materiales ascendieron a $400 millones. La magnitud de esta crisis resalta la urgentísima necesidad de asistencia y preparación ante desastres en el futuro.
Comentarios cerrados