Las cámaras de la Red Nacional Sismológica (RSN) Capturaron la bombilla ofrecida por el volcán Poás durante la noche del miércoles y en las primeras horas del jueves. Este fenómeno natural ha despertado un gran interés tanto en científicos como en entusiastas de la geología y la vulcanología, quienes observan atentamente las variaciones de actividad en los volcanes.
Este tipo de actividad volcánica, según los informes y encuestas realizadas por el RSN, soportó más de 9 horas. La duración de este evento es significativa, ya que suele indicar una mayor dinámica en el comportamiento del volcán, lo que a su vez podría conllevar a otras manifestaciones eruptivas si las condiciones continúan cambiando. Este tipo de observaciones son vitales para comprender el ciclo de actividad de este volcán y su potencial impacto en la región y sus alrededores.
Según las autoridades vigentes en la materia, Esta bombilla es causada por la radiación del cuerpo negro. Este concepto físico se refiere a la forma en que un objeto caliente emite luz; cuando el volcán se calienta, comienza a emitir radiación que se manifiesta en forma de luz visible. Este fenómeno es observable y puede ser estudiado para entender mejor los procesos internos que ocurren en la estructura del volcán.
El color de la luz emitida depende de la temperatura que tiene el volcán en un momento específico. A medida que este se calienta, los cambios en la radiación se vuelven hacia el espectro visible, girando desde un rojo intenso a un naranja vibrante, y pasando por el amarillo hasta alcanzar un blanco azul cuando la temperatura es extremadamente alta.
“A medida que aumenta la temperatura, la radiación comienza a ingresar al rango visible, y el color del objeto cambia de rojo a naranja, amarillo y eventualmente a blanco azul”, dijo el RSN. Este fenómeno visual no solo es impresionante, sino que es una muestra de la energía que se libera desde lo más profundo de la Tierra hacia la superficie.
Estos tipos de escenas han sido constantes durante el mes de abril y los primeros 15 días de mayo. Tal persistente actividad puede ser un indicador de que el volcán está en una fase activa, lo que requiere atención continua y estudio por parte de expertos. Dada la historia de actividad del volcán Poás, es crucial que los investigadores continúen monitoreando estas manifestaciones para prevenir cualquier posible impacto que pueda tener en la población local y en el ecosistema circundante. La observación y el análisis de dichos eventos son fundamentales para la seguridad de las comunidades cercanas y para el avance del conocimiento científico en el campo de la volcanología.
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