Según el Observatorio Volcanológico y Sismológico de la Universidad Nacional (Ovsicori-un), el volcán Poás todavía presenta actividad explosiva. Este fenómeno ha sido objeto de un interés considerable, especialmente por su naturaleza impredecible.

El experto en volcanología, Geoffroy Avard, ha señalado que el volcán emite pulsos regulares de baja amplitud, lo que indica que la actividad en el cráter continúa. Estos pulsos, a pesar de ser de baja intensidad, pueden estar asociados con la emisión de cenizas y, en ocasiones, pequeñas rocas. Sin embargo, debido a la limitada visibilidad, no se ha podido verificar de manera contundente estos eventos visualmente.

“Los pulsos de baja magnitud que hemos estado observando son indicativos de la actividad interna del volcán, muy posiblemente relacionados con la liberación de gas y magma, aunque aún no hemos podido tener una observación visual clara de estos fenómenos,” comentó Geoffroy Avard.

Un aspecto interesante que Avard destaca es que, cuando las condiciones de visibilidad son óptimas, se puede observar una respiración regular y constante del volcán. Esto significa que el volcán presenta un ciclo de actividad que podría ser interpretado como un tipo de respiración geológica, donde el magma se mueve y se libera presión de manera controlada.

Es importante mencionar que el volcán también emite una especie de luz sutil durante la noche, la cual se asocia con la expulsión de gases y no con lava fluyendo. Este fenómeno se produce a temperaturas relativamente bajas, lo que implica que la actividad es más química que eruptiva, ya que incluye la quema de azufre en vez de la expulsión de flujos de lava.

“A pesar de que puede parecer que el volcán está mostrando tendencias hacia un aumento en la actividad, sigue siendo bastante estable en su conjunto. Cualquier aumento que se note en las últimas semanas es realmente muy lento,” observó Avard, sugiriendo que observadores y habitantes cercanos deben continuar con precaución.

Por lo tanto, la situación en el volcán Poás continúa siendo monitoreada cuidadosamente por los expertos del Ovsicori. La información que se obtiene de estos estudios es vital para entender mejor los patrones de comportamiento del volcán y para la seguridad de quienes habitan en las áreas cercanas. Es esencial que la comunidad esté al tanto de las actualizaciones e informes que proveen las autoridades pertinentes y los volcanólogos con respecto a la actividad del volcán, para poder actuar en consecuencia si la situación llegara a cambiar drásticamente.