En el corazón de una comunidad vibrante y diversa, Country Day School (CDS) se ha establecido como una de las instituciones más prestigiosas y visionarias del país. Partiendo del convencimiento de que la educación debe abrir puertas al mundo, el colegio ofrece a sus alumnos mucho más que una formación bilingüe: les proporciona una auténtica experiencia de internacionalización, innovación y desarrollo integral.

Desde temprana edad, los niños y jóvenes de CDS crecen en un ambiente donde conviven más de 30 nacionalidades, aprenden según estándares académicos de clase mundial y son guiados por maestros de diferentes partes del mundo. Este entorno multicultural es el punto de partida para un aprendizaje que va más allá del aula y prepara a los estudiantes para comprender y liderar un mundo globalizado.

“En Country Day School, la enseñanza de todas las materias académicas no es solo en inglés; capacitamos a los estudiantes para pensar, comunicarse y actuar en un contexto internacional”, dice Jonathan Morera, Coordinador de Admisiones de Country Day School. “Queremos que nuestros estudiantes tengan una mentalidad global, pero sin perder el sentido de pertenencia, la empatía y los valores humanos que los conectan con su comunidad”.

Educación que mira hacia el futuro

El modelo educativo CDS está diseñado para fomentar la autonomía, la curiosidad y el pensamiento crítico. A través de metodologías activas, programas artísticos, deportivos, científicos, tecnológicos y sociales, los estudiantes aprenden a resolver problemas reales, trabajar en equipo y desarrollar proyectos con efecto.

Además, el colegio promueve el uso estratégico de la tecnología, integrándola como una herramienta que potencia el aprendizaje y estimula la creatividad. Proyectos interdisciplinarios y espacios de innovación permiten a los estudiantes investigar, experimentar y proponer soluciones avanzadas.

“Queremos que nuestros estudiantes se conviertan en agentes de cambio, líderes que puedan contribuir a su entorno desde cualquier parte del mundo”, añade Morera. “Es por eso que cada experiencia académica o extracurricular en CDS tiene un propósito: conectar el conocimiento con la vida”.

Puerta abierta al mundo

Uno de los pilares de CDS es su proyección internacional. Gracias a su plan de estudios acreditado por la Middle States Association (MSA) y la posibilidad de cursar el Bachillerato Internacional (IB), los egresados ​​del colegio tienen acceso directo a prestigiosas universidades de Estados Unidos, Europa, Asia y América Latina.

Programas de intercambio, visitas a universidades extranjeras y orientación profesional personalizada complementan esta visión global. El resultado es un perfil de estudiantes que no sólo tienen dominio del idioma inglés, sino que también tienen la confianza, las habilidades y la perspectiva cultural necesarias para enfrentar los desafíos del mundo actual.

CDS también es conocida por su comunidad familiar. Los padres son parte activa del proceso educativo y participan en diversas actividades que fortalecen la conexión entre el hogar y la escuela. Esta alianza continua refuerza los valores de respeto, cooperación y apertura que caracterizan a Country Day School.

Más que una escuela, una comunidad internacional de aprendizaje

La experiencia Country Day School va más allá de la excelencia académica: es una experiencia humana y cultural que deja huella. Cada aula, cada proyecto y cada encuentro entre culturas se convierte en una oportunidad para aprender unos de otros y crecer juntos.

Así, CDS afirma su propósito de educación para un mundo sin fronteras, donde el aprendizaje no se limite a un idioma o país, sino que se convierta en una forma de vida.

Porque cuando la educación se vive desde la diversidad, la curiosidad y la pasión por el descubrimiento, los estudiantes no sólo aprenden a adaptarse al mundo: aprenden a transformarlo.

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